La transformación del marco laboral mexicano avanza. La iniciativa para reducir la jornada máxima legal de 48 a 40 horas semanales ha dejado de ser solo una propuesta para convertirse en un plan de cambio oficial y gradual anunciado por el Gobierno Federal, estableciendo de manera progresiva una ruta crítica que culminará en 2030.
Este cambio legislativo, que busca alinear a México con los estándares internacionales de bienestar y productividad (OIT), redefine las dinámicas de trabajo y descanso en el país, garantizando dos días de reposo por cada cinco de labores.
Para los empleadores, el cambio es fundamental. El periodo que se avecina no es de espera, sino de preparación estratégica para asegurar la continuidad operativa y, más importante, para capitalizar el potencial de esta reforma en términos de atracción de talento y eficiencia.
El nuevo contexto laboral.
Aunque la modificación constitucional al Artículo 123 apartado A , así como diversos artículos de la Ley Federal del Trabajo están pendientes debido al proceso de revisión y en su caso aprobación en el Congreso, el Gobierno Federal ha oficializado la hoja de ruta y ha llamado a la preparación inmediata. La clave de esta reforma es su implementación gradual, diseñada para mitigar el impacto económico y permitir la adaptación empresarial.
Ejemplo:
calendario de transición oficial.
Este plan implica que la ley se aplicará de manera escalonada, pero la obligación de planificar y modificar procesos será inmediata a partir de su entrada en vigor. Además, la reforma incluye la obligación de implementar un registro electrónico de jornada, un punto que el gobierno promoverá para garantizar la transparencia y el cumplimiento. Este registro será esencial para que las autoridades laborales puedan supervisar de forma efectiva los nuevos límites de horas y las pausas de descanso. Desde la perspectiva de gestión de talento, esto requiere que las empresas inviertan en tecnología y consoliden culturas de transparencia horaria para evitar contingencias.
Por último, la reforma también prevé una nueva regulación y ampliación de la jornada extraordinaria a 12 horas por semana, que de ser aprobada, de forma inmediata quedaría autorizada, con los correspondientes costos y ajustes financieros que ello implica; pero que permitiría solventar picos de producción con el personal que ya se tiene capacitado y contratado desde la entrada en vigor de la reforma. Dada la reducción paulatina de la jornada laboral semanal, cualquier exceso de tiempo exigirá una estructura que priorice la eficiencia y el control de los gastos a cargo del empleador. Esto subraya la necesidad crítica de optimizar los turnos, implementando una planificación precisa que evite sobrecostos operativos innecesarios
La perspectiva de Randstad: transformación cultural y estratégica
En Randstad México, entendemos que este cambio normativo exige un cambio de mentalidad. Las organizaciones que se enfoquen en la gestión eficiente del talento y la productividad por resultados, en lugar de simplemente en el control del tiempo, serán las ganadoras.
La reforma hacia la semana de 40 horas es una oportunidad estratégica para que las organizaciones rediseñen sus modelos de productividad y fortalezcan su propuesta de valor al talento mediante la integración de bienestar y flexibilidad. En Randstad, somos el socio que ayuda a convertir esta reforma en una ventaja competitiva.
Esta visión se traduce en tres ejes de acción estratégicos para el empleador:
- Rediseño de modelos operativos: Priorizar la eficiencia y la tecnología para mantener e incrementar la productividad en menos tiempo.
- Fortalecimiento del employer branding: Usar la flexibilidad y el bienestar como pilares clave para la atracción y retención de talento.
- Anticipación de la demanda laboral: Utilizar la analítica predictiva para gestionar la rotación y asegurar la continuidad operativa durante la implementación gradual.
La transición a 40 horas, sin reducción salarial, tiene un impacto positivo directo en múltiples esferas económicas y sociales:
- Potencial de generación de empleo: La necesidad de cubrir el tiempo de trabajo faltante impulsa la redistribución de horas, con el potencial de generar cientos de miles de nuevos puestos de trabajo formales en el mediano plazo.
- Mejora del bienestar y reducción de la rotación: Más tiempo libre significa una mejor salud mental y física, menos estrés y un mayor equilibrio vida-trabajo. Esto se traduce en menor ausentismo, mayor lealtad y, por lo tanto, una reducción de los costos asociados a la rotación de personal.
- Alineación global y atracción de inversión: Al homologar la jornada con la de otros países avanzados, México mejora su imagen internacional y se posiciona como un mercado laboral más justo y moderno, lo cual es un factor clave para la inversión extranjera que prioriza criterios ESG (Environmental, Social, and Governance).
Aprendizaje de experiencias previas.
México puede aprender de la experiencia de otros países que ya han adoptado la implementación gradual. Chile, por ejemplo, promulgó en 2023 la ley que reduce la jornada de 45 a 40 horas semanales a lo largo de cinco años.
En Randstad, esta experiencia previa nos permite ofrecer soluciones de consultoría con un conocimiento práctico sobre cómo gestionar la transición, asegurando que la reducción de jornada se traduzca en mayor compromiso y no en pérdida de productividad.
La entrada en vigor del marco legal en 2026 y el inicio de las reducciones en 2027 marcan una cuenta regresiva. La preparación debe centrarse en:
- Optimización operativa: Identificar procesos ineficientes y automatizables.
- Planificación de la fuerza laboral (workforce planning): Modelar la demanda de talento futuro (cuántos puestos adicionales se necesitarán y en qué áreas) para cubrir las horas reducidas.
- Gestión del cambio cultural: Capacitar a líderes y colaboradores en esquemas de trabajo centrados en la eficiencia, la confianza y la flexibilidad.
Nuestro rol como asesor estratégico es acompañar a las empresas en este proceso con soluciones de Servicios Especializados, RPO (Recruitment Process Outsourcing), y reclutamiento y selección de personal permanente para posiciones operativas y especializadas con expertise específico, asegurando la cobertura de talento y un employer branding robusto.
En Randstad, estamos listos para ser el socio de talento que transforme esta reforma en una ventaja competitiva para su organización.