1. Fundamenta las causas de desvinculación.
Explica de forma clara y con empatía, las razones por las que se decidió suspender la relación laboral. Te recomendamos notificárselo al empleado en un espacio privado, eso lo hará sentir más cómodo y te evitará problemas en caso de que su reacción sea negativa.
2. Ofrece una retroalimentación de su desempeño.
Comparte con el colaborador sus áreas de mejora y sus competencias más destacables, esto lo ayudará en su búsqueda para lograr encontrar nuevas oportunidades de trabajo.
Si las circunstancias de la desvinculación lo permiten, no olvides agradecer sus contribuciones a la empresa y desearle suerte en sus próximos proyectos, recuérdale que todo cambio puede representar una nueva oportunidad.
3. Comunica la decisión a tus colaboradores.
Una transición laboral no solo impacta al empleado que se va, sino también, a todo su equipo de trabajo y en consecuencia al clima laboral. Probablemente las cargas de trabajo se puedan ver afectadas y algunos procesos internos pueden cambiar como consecuencia de la salida. Mantener una comunicación interna transparente te ayudará a generar confianza con el resto de los colaboradores.
Durante un proceso de desvinculación, también es importante tomar en cuenta las consideraciones legales, con el fin de evitar demandas laborales.
Una opción para incrementar tu employer branding durante la etapa de desvinculación, es la implementación de un programa de outplacement, el cual tiene como objetivo, facilitar la transición del empleado, apoyándolo mediante diferentes estrategias para continuar su carrera profesional.
En Randstad ayudamos a personas y organizaciones a alcanzar su verdadero potencial.
Si estás interesado en conocer más sobre los programas de outplacement puedes ponerte en contacto con uno de nuestros consultores expertos.